Chrysopa carnea
Chrysopa carnea, más conocida como crisopa, ocurre a menudo de forma espontánea en invernaderos y en campo abierto. Los adultos son muy llamativos por sus grandes alas y ojos dorados. Ellos no son depredadores pero se alimentan de néctar, melaza y polen. Sin embargo las larvas son muy voraces y eficaces en los puntos de infestación con plaga. Una larva puede alimentarse de hasta 50 pulgones al día. Además, las larvas de Chrysopa también se alimentan de otros insectos tales como cochinillas, araña roja, trips, mosca blanca y pequeñas orugas. Chrysopa carnea se aplica en diferentes cultivos de hortícolas, en frutales y cultivos ornamentales, especialmente en los que presentan una gran variación de temperatura y/o cambio en la humedad relativa ya que su actividad apenas depende de la temperatura y no depende tampoco de la humedad relativa.