El método de labranza mínima Strip Till combina las ventajas de labrar y no labrar el suelo de una manera convencional. Para empezar, combina en un solo paso varias operaciones para la preparación del terreno, ahorrando tiempo y dinero: arado, labranza de fondo, preparación del lecho de siembra y aplicación de purín. Pero las ventajas para la explotación van más allá de lo económico, ya que aporta otros muchos beneficios a los cultivos. Como solo se labra una parte de la superficie, las partes no aradas mantienen su cobertura vegetal. Esta protege al suelo frente a la erosión, evita los perjuicios de la compactación y reduce la evaporación. Con este tipo de labranza, la rodera queda en la sección no labrada, de este modo, el suelo ofrece unas mejores condiciones para el paso de vehículos, al tiempo que mantiene intacta su porosidad para favorecer la filtración de agua. En las franjas labradas, el suelo se calienta rápidamente ofreciendo condiciones óptimas para la germinación y el crecimiento de los cultivos. El purín se aplica al mismo tiempo que se labra el suelo y se deposita exactamente donde las plantas necesitan los nutrientes: alrededor de sus raíces. Este proceso genera pocas emisiones y, además, esta aplicación de precisión minimiza la necesidad de utilizar fertilizantes minerales.