Para la mayoría de las personas la ortiga es una hierba molesta, pero sobre todo es una planta sabrosa. De mayo a noviembre, la frondosa planta florece flores bastante discretas de color blanco verdoso, dispuestas en espigas colgantes y polinizadas por el viento. Crece como planta herbácea anual y alcanza alturas de crecimiento de 10 a 60 centímetros.
Origen: La ortiga es una planta cosmopolita porque se encuentra en todas las zonas templadas de Europa, Asia y América.
En la cocina: Es mejor usar guantes de jardín de cuero al cosechar, luego envolver las hojas de ortiga en un paño y enrollarlas con un rodillo de masa para evitar el efecto desagradable de la pelusa de la ortiga. Las ortigas pueden ser cosechadas durante todo el período de vegetación. El período óptimo de cosecha es de finales de abril a finales de junio, antes de que comience la floración. Después de la cosecha las ortigas deben ser procesadas rápidamente. De lo contrario, sus aromas y principios activos se evaporarán. Las hojas jóvenes con su fino aroma ácido a nuez pueden combinarse con diente de león, alazán y ajo silvestre para crear una deliciosa ensalada de hierbas silvestres. La aromática ortiga es también una delicia en sopas, tarte, risotto, spaetzle, cazuelas o mantequilla de hierbas caseras. Como otras verduras, las hojas se hierven en agua con sal, similar a la espinaca. Las semillas verdes se cosechan en junio y julio y son un sabroso acompañamiento para el pan. Como tentempié o aperitivo, también se pueden asar.