La fresa es un cultivo de tallo corto, con un reducido sistema radicular. Esta característica, permite disponer las plantas a corta distancia unas de otras, sin comprometer su rendimiento y con la tecnología NGS se llegan a conseguir densidades de plantación de hasta 300.000 plantas por hectárea.
Con el sistema hidropónico NGS, se consiguen importantes ahorros en agua y fertilizantes, pudiendo llegar a suponer de entre un 50% a un 80% de agua.
Los productos obtenidos con el sistema NGS son de mayor calidad, uniformidad y limpieza, además de mostrar precocidad en su crecimiento. También se mejora notablemente la ergonomía en las labores manuales, con los consiguientes beneficios para operarios y rendimientos.