Trampa cromática adhesiva consistente en una lámina de polietileno resistente a la luz, de 1.000 cm2 (40 x 25 cm), de color amarillo y con una cuadrícula impresa en negro de 2x2 cm, por ambas caras. La lámina se encuentra recubierta por ambas caras con una cola adhesiva sensible a la presión, sin disolventes, protegida ésta por sendas láminas de papel siliconado translucido. Se deja libre de impregnación un margen de 1 cm, siguiendo el lado más largo a ambos lados de la lámina, para facilitar su manipulación. Cuenta con cuatro orificios en las esquinas, para facilitar la instalación.
La trampa se activa al retirar la lámina de papel siliconado que cubre el adhesivo, y estará activa las 24 horas del día con una duración de 6 a 8 semanas, o hasta que esté completamente saturada de insectos. Habitualmente se cuelga de uno o dos de los orificios perforados.
Se puede utilizar solamente como trampa de atracción cromática, o con cebo de feromona, que unido a la atracción por el color, aumenta la eficacia de las capturas. Como trampa de atracción cromática, es apropiada para la captura de mosca blanca, principalmente del género Bemisia, y especies de pulgones de la familia Aphididae. Si se utilizan atrayentes específicos, la trampa puede utilizarse para capturar dípteros como Dacus (Bactrocera) oleae.
De forma general, las trampas cromáticas amarillas se colocan con una densidad de 2 a 4 trampas por cada 1.000 m2 (para detección y seguimiento), y de 1 trampa por cada superficie de 5 a 25 m2 (para captura masiva). Las trampas pueden estar activas durante todo el año, y deben estar presentes en el cultivo dos o tres semanas antes del vuelo del insecto.