Las etiquetas RFID ayudan a eliminar los errores humanos asociados a la lectura de las marcas auriculares, producen valiosa información de gestión y reducen la manipulación de los animales.
En un entorno de trabajo ajetreado, los ganaderos necesitan identificar rápida y fácilmente a sus animales durante el inventario. Tradicionalmente, los ganaderos han utilizado etiquetas de identificación metálicas adheridas a las orejas de los animales para este fin. Las etiquetas RFID están sustituyendo a las etiquetas metálicas porque ofrecen una funcionalidad considerablemente mejorada. Los ganaderos tenían que leer visualmente las antiguas etiquetas metálicas, lo que llevaba mucho tiempo y provocaba innumerables errores. Las etiquetas antiguas se enganchaban fácilmente en el follaje y la maquinaria, se aflojaban y se perdían.
Las etiquetas RFID, en cambio, son más duraderas que las etiquetas metálicas tradicionales. Se leen electrónicamente en lugar de visualmente, lo que elimina el error humano del proceso. Las etiquetas no requieren que los animales permanezcan completamente inmóviles para su lectura, lo que aumenta las posibilidades de lectura: los animales pueden ser escaneados en el campo, durante la alimentación, en la manga o en cualquier otro lugar.
¿Cómo funcionan los crotales RFID?
Los trabajadores del establo escanean la marca auricular con un lector RFID manual o la marca se lee cuando las vacas pasan por un lector de identificación en la sala de ordeño o en los alrededores, que activa el dispositivo y lee el número codificado en el microchip. Esa información se envía desde el lector a una base de datos que contiene todos los datos de cada vaca.
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